Para finalizar con esta serie de entradas sobre piratería de contenidos digitales y tras haber
dejado planteado hasta ahora el problema de la identificación de nuestro consumidor
"pirata" y las posibilidades que ofrecen las redes P2P o las descargas directas, ahora
me interesaría hacer un breve análisis final sobre cómo podría valorar el consumidor
"pirata" su situación personal de cara a decidir qué sistema le compensa más de
los dos analizados.
Consideremos
al usuario como un ser racional, maximizador de utilidad y de beneficio. De
cara a tomar su decisión estrella tendrá en consideración cuatro variables principales:
- El precio que paga, durante el mismo período de tiempo de la demanda, por tener ese acceso directo a esos contenidos.
- Los costes de transacción que le suponen, de media, el acceso a esos contenidos.
- Una variable personal, difícil de determinar, que está relacionada con la pericia del usuario, su equipamiento informático o su edad y posición social.
- La demanda real de contenidos que hace en un periodo de tiempo determinado.
El
equilibrio entre las cuatro variables es lo que determinará la elección final
del usuario consumidor.
Hemos de
entender que tanto la demanda como el precio se mantienen estables en el corto
y medio plazo, mientras que los costes de transacción tienden a disminuir en el
medio plazo porque la experiencia en el uso de las tecnologías hace que el
coste de transacción marginal de cada una de las descargas sea cada vez menor.
Valoremos individualmente
estas variables atendiendo a las dos posibilidades que hemos dicho que puede
tener nuestro usuario "pirata": ¿P2P o descarga directa?
En cuanto al
coste del servicio elegido, es decir, el precio que paga el usuario, en
el caso de las redes P2P el servicio es gratuito. Sin embargo, el caso de las
descargas directas, los servidores que alojan los contenidos pueden ser
gratuitos o de pago. En el caso de ser gratuitos, desaparece el coste económico
pero aumenta el coste de transacción de cada una de las descargas, teniendo que
hacer frente a las barreras de acceso al producto que comenté anteriormente en otra entrada previa. En el caso de
que fuese de pago, aumenta el coste económico pero disminuyen los costes de
transacción, siendo el acceso al contenido directo, más rápido y pudiendo
descargar simultáneamente varios archivos. De esta manera no sólo se ahorra en
el tiempo empleado en la velocidad de la descarga, sino también en la búsqueda
y en el trámite de esa descarga: el usuario no tiene que estar pendiente de que
termine la descarga en curso para comenzar la siguiente sino que las descarga
todas de manera simultánea.
Valorando
los costes de transacción que implica cada método, hay que tener en
cuenta que de media, en el caso de las redes P2P, los costes de transacción son
bajos puesto que los conocimientos requeridos para su acceso y utilización son
también bajos y el proceso de instalación es sencillo.
En contraposición, en el caso de la descarga directa, los costes de transacción
son bastante más elevados debido a que hay que tener un conocimiento más
amplio de la red, de su funcionamiento, opciones y servicios. Aún así, hay que tener en cuenta que aunque el coste de
transacción de obtener ese contenido en este caso es alto, su
punto álgido es el inicial: cuando el usuario adquiere cierta experiencia en el
uso de este método, el descenso en los costes de transacción marginales es
bastante elevado, lo que hace que el coste de transacción en general baje también
hasta casi igualarse con el de las redes P2P.
La conclusión es
que estos costes, en ambos casos, tienden a disminuir siempre.
En relación
directa con los costes de transacción está esa variable personal que no
podemos controlar, que se compone de la pericia del usuario, el tipo de conexión de
Internet a la que tenga acceso o el equipo informático con el que cuente.
Incluso también la edad, su rango generacional o su estrato social.
Por último,
hay que tener en cuenta la demanda de contenidos que hace de media en
un tiempo determinado el usuario consumidor. En el caso de las redes P2P,
cuantos más archivos se descarguen, más capacidad operativa resta al
ordenador y más repartida entre todos los archivos estará la capacidad de
descarga de su conexión a Internet. Y aunque en este último punto coincide con la descarga directa, la principal diferencia radica en que, una vez iniciado el programa P2P, éste va ganando
velocidad con el transcurso del tiempo on-line y también con el número de archivos que tenga
el usuario “puestos a disposición”: cuantos más archivos, más capacidad de descarga. La otra cara de la moneda en este asunto es que el tiempo que se requiere en las P2P para la descarga de un archivo es muy superior a la descarga directa, por
lo que tendremos que mantener el ordenador en estas condiciones de operatividad
reducida mucho más tiempo.
Sin embargo,
la descarga directa hace uso del máximo posible de la conexión a Internet desde el principio de la
descarga. De esta manera, accediendo antes al contenido que descargamos dejamos
libre mucho más rápido el ordenador, pudiendo operar
con éste en otras tareas o pasando a descargar otro archivo en un breve periodo
de tiempo por lo que, finalmente, la demanda a la que se puede enfrentar el
usuario es más elevada en el caso de la descarga directa que en el caso de las
redes P2P.
Como conclusión, creo que debemos entender que, aún hablando de
consumidores “a la sombra de la legalidad”, seguimos hablando de seres racionales
a los que interesa maximizar su beneficio y utilidad. Aplicando individualmente
los criterios expuestos, podremos entender cómo el consumidor "pirata" encuentra la solución a su
“duda existencial” sobre si descargar en una red P2P o acudir a la descarga directa.
Y es que no debemos olvidar que estudios similares al este análisis pueden resultar de gran importancia para una correcta valoración de este problema en todas sus facetas y la persecución y castigo que haya de darse a estos consumidores de contenidos "piratas".
Y es que no debemos olvidar que estudios similares al este análisis pueden resultar de gran importancia para una correcta valoración de este problema en todas sus facetas y la persecución y castigo que haya de darse a estos consumidores de contenidos "piratas".
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