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lunes, 28 de enero de 2013

Industria, Internet y PI: ¿un barco a la deriva hacia la piratería?

Tras unos meses de sequía (mis disculpas) y una mudanza a Alemania, me dispongo a continuar con el buen hábito de alimentar un Blog. Mi Blog.
Uno de los motivos que me han impulsado a volver a escribir han sido las reflexiones personales sobre el "status quaestionis" de la piratería (irremediables) a las que me ha llevado el reciente lanzamiento de la plataforma "Mega" por el ya más que conocido Kim Dotcom.
A lo largo de las próximas entradas, plasmaré algunas de mis reflexiones en relación con la piratería, la propiedad intelectual y, por qué no, un poquito de análisis económico del Derecho en relación al tema. 

"If "piracy" means using the creative property
of others without their permission
(if "if value, then right" is true),
then the history of the content
industry is a history of piracy".
L. LESSIG
Y es que ya ocurre cada día, cada hora, cada minuto: cuando se abre un períodico on-line, cuando una empresa "twittea" alguna de sus últimas promociones, sugiere al usuario que se una a un evento en Facebook, le invita a formar parte de su red de contactos en Linkedin u ofrece suculentos descuentos al hacer "check-in" en su establecimiento en Foursquare, etc.
La sociedad cambia. El consumidor cambia. El negocio cambia. Y con ello, la publicidad, el servicio y el producto ofrecido. Muchos sectores se van dando cuenta, pero parece que la propiedad intelectual sigue a la cola. En la "era digital" (concepto repetido hasta el punto de perder prácticamente el sentido), en la cual la premisa es renovarse o morir, la industria de la propiedad intelectual cree que puede seguir tirando del carro de lo analógico. A saber hasta cuando. 

No se escuchan/leen más que las quejas relativas al daño (incuantificable, ni por unos ni por otros, pero siempre cuantificado) que causa la piratería a la "industria" (otro de esos conceptos, más asemejados al de "buen padre de familia" u "orden público", que a un verdadero concepto medible y cognoscible).
Esa "industria" que únicamente criminaliza las conductas relacionadas con el acceso a y la descarga de contenidos protegidos por la propiedad intelectual en Internet, y que no presta atención a la agonizante necesidad de implementar un modelo de negocio que permita un acceso semejante al que se ofrece desde las plataformas P2P o en los foros de descarga directa. ¿No podría un modelo de estas características compensar las pérdidas causadas por la piratería hasta eliminarlas y redireccionar a los sujetos "piratas" hacia un modelo de acceso a los contenidos que sea sencillo, directo y, sobretodo, legal?
Supongo que no es solamente la industria la causante de la situación actual. La culpa también reside en el exceso recelo con el que el "copyright" y las leyes de propiedad intelectual en general protegen esos bienes inmateriales susceptibles de protección. 

Y es que, a pesar de que se va observando cierta tendencia a la adopción de posturas más livianas, que permitirían la existencia de un equilibrio entre las necesidades de la industria y los usuarios-consumidores de contenidos (como el Movimiento de Cultura Libre o el Copyleft[i]), lo cierto es que el año pasado vimos como Youzee (uno de los exponentes de este deseado "modelo de negocio" y la esperanza de muchos usuarios-consumidores) abandonaba su sistema de suscripción (despidiendo por ello al 80% de su plantilla) y pasaba a funcionar simplemente como un servicio de alquiler on-line, con sistema tipo "pay-per-view" (al igual que AppleTV, iTunes y demás). 

¿Debemos culpar a la "industria" que exprime, porque puede, desde su muralla fortificada a base de estricta legislación sobre propiedad intelectual? ¿O debemos culpar al usuario que, a pesar de encontrarse con la posibilidad de consumir contenidos protegidos de manera legal, sigue sin pagar por dichos contenidos? ¿O, tal vez, no debemos culpar a nadie más que a esa "mano invisible" del mercado, que hace que Spotify siga creciendo día a día mientras que Youzee tuvo que abandonar su intención de cambiar nuestro "modelo de negocio"?

Como siempre, el debate sigue abierto. Y seguirá.

[i] Siempre me ha resultado interesante el juego de esta palabra anglosajona. "Copyleft" no deja de ser un antónimo de lo que es el "copyright"; si bien, el juego de palabras se entiende en la doctrina de dos maneras diversas. "Left", como contrapuesto a "right" y "left" como pasado y participio del verbo "to leave", que significa dejar. ¿Acaso una "copia dejada"?☺

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